con el bochín en batifondo,
con un behuen alborotao;
y una sonrisa batistela que
grita a mi alegría por todo el Bodegón.
Y tu, entre el bramaje,
te borraste de mi vista,
entre otras bataclanas
mientras suena el bandoneón.
¡Ay de mí!
Mi calabaza calandraca,
no deja de dar vueltas;
solo piensa en ti no más.
¡Ay de mí!
Este camote es mí cafua,
y de ser un galan muy calavera,
hoy soy un cafisho, un gigoló.
Cuando de camino al bulín,
te veo pirarte con un buenudo,
que de burrero tiene mucho
pero va con uniforme de botón.
Ahora es claro que lo tuyo es el biyuyo,
que tu mundo es la academia,
que debo abrirme de tus pasos,
y con alpiste... otra mina he de encontrar.