WIGOblog

Una iniciativa de creación literaria. Cuentos, microrrelatos y poesía.

SUEÑOS DE NIÑOS

–El cielo…el cielo… –Aún era temprano y no se podían ver las estrellas, de hecho, no veían más que un azul infinito sobre ellos– ¿Una nube? –Preguntó él, notando que no había ninguna.

OBITUARIO - JAIRO ANÍBAL NIÑO

Ha muerto un hombre cuya madurez fue inocencia. A quien los años no le sumaron adultez sino infancia; un hombre que regalaba bosques en cajas de semillas y veía flotillas enteras de barcos en charcos.

NEGRO

—Recostado sobre la cama miré a través de la ventana en la que apenas se proyectaba la luz de una escuálida luna opaca, seguramente por el paso de una nube —dijo el anciano con parsimonia, mientras ponía azúcar a su café. Luego de probarlo, continuó—

CONTENER EL ALIENTO

Contener el aliento,//Cerrar los ojos.//Recordar.//Intentarlo, al menos.//Recordar la valentía heroica,//la intrepidez diaria.//La infantil alegría,//la mañana clara.

25 de julio de 2011

Contener el Aliento

Contener el aliento.
Ver la vida que pasa.
Sin esperanza.
Con miedo.
Con Vergüenza.
Contener el aliento.
Ver el agua subir
sobre la gente,
sobre sus casas,
sobre sus sueños.
Subir para no dejar nada.

Contener el aliento.
Ver la espalda de los buenos
ser fondo de un lienzo negro
de muertos inocentes,
de asesinos sueltos.
De culpas sin culpables,
de indignación indigna.

Contener el aliento.
Cuando el rayo cae;
cuando el volcán explota.
cuando el talud se derrumba,
cuando el auto choca.
Cuando la naturaleza,
bendita naturaleza,
que despierta flores,
frutos y hojas,
se desquita con ira arrolladora.

Contener el aliento,
Cerrar los ojos.
Recordar.
Intentarlo, al menos.
Recordar la valentía heroica,
la intrepidez diaria.
La infantil alegría,
la mañana clara.

Apretar los ojos.
Estrujar el mal recuerdo.
Aplastarlo.
El árbol derribado.
El niño muerto
El anciano olvidado.

¡Qué reviva la esperanza!
Sin motivo, por si misma.
Mantener la esperanza
por la esperanza misma.
¡Qué levantarse, sea duro...
...mas no imposible!
¡Qué el volcán estalle!
¡Qué la tierra tiemble!
Pero que aún queramos,
que aún podamos,
soñar mañanas.

¡Qué aunque las voces callen,
aún vivan los sueños!
¡Qué viva alguien que crea en ellos!
¡Qué viva el sueño,
el tuyo, el mío, el nuestro,
el sueño,
que nos mantiene despiertos!

11 de julio de 2011

La Montaña

Esta montaña, amor
es el amor mismo.
Es calor y es frío,
es canción y silencio;
es dolor y alegría,
es recuerdo y olvido.

El amor, ciertamente,
es un largo camino.

Es calor en la cama,
pero es frío si faltas;
es canción cuando ríes,
y silencio en tu calma.

El amor, ciertamente,
es un dulce camino.

Es dolor en la cuesta,
y en lo llano, alegría;
de las dichas recuerdo
y de penas, olvido.

El amor, ciertamente,
es un duro camino.

Y ya alto, muy viejos,
juntos, muy juntos,
descubrimos la meta
de tan largo camino,
en el oculto origen
del amor divino.

¡Qué bueno es el amor!
¡Qué hermoso su camino!