WIGOblog

Una iniciativa de creación literaria. Cuentos, microrrelatos y poesía.

SUEÑOS DE NIÑOS

–El cielo…el cielo… –Aún era temprano y no se podían ver las estrellas, de hecho, no veían más que un azul infinito sobre ellos– ¿Una nube? –Preguntó él, notando que no había ninguna.

OBITUARIO - JAIRO ANÍBAL NIÑO

Ha muerto un hombre cuya madurez fue inocencia. A quien los años no le sumaron adultez sino infancia; un hombre que regalaba bosques en cajas de semillas y veía flotillas enteras de barcos en charcos.

NEGRO

—Recostado sobre la cama miré a través de la ventana en la que apenas se proyectaba la luz de una escuálida luna opaca, seguramente por el paso de una nube —dijo el anciano con parsimonia, mientras ponía azúcar a su café. Luego de probarlo, continuó—

CONTENER EL ALIENTO

Contener el aliento,//Cerrar los ojos.//Recordar.//Intentarlo, al menos.//Recordar la valentía heroica,//la intrepidez diaria.//La infantil alegría,//la mañana clara.

19 de diciembre de 2013

Enjoyados

Ahí estaban todos ellos. Con collares henchidos de diamantes, rubíes, turquesas y esmeraldas. Los engastes, ricamente decorados, parecían más lazos de finas sedas que duro metal labrado. Brillaban las coronas, las diademas y los tronos: los cetros, los anillos, los bastones de mando y más de un toisón. Sujetados con fuerza por sus dueños, a través del cristal los veía; pero, no era tanto lujo ni tanta riqueza; no era el brillo de tanta grandeza lo que centraba mi atención. Era el vacío. El vacío de carne en sus manos, todas ellas en los huesos con la piel fijada a las falanges que sujetaban con fuerza, incluso con bríos, esas joyas que antaño las llenaron de gloria. El vacío, sí, el vacío en sus cuencas, donde otrora ojos brillantes, agudos y perspicaces brillaron y ahora eran hogar de gusanos inmundos. Así abandonaron el mundo, entre fétidos olores escondidos tras las acristaladas bóvedas que fungían como tumbas en aquel desgraciado lugar.