8 de abril de 2009

Sin Semáforo


Diez personas, como torres, le rodeaban.
Tan oscuras, como buitres, lo ocultaban.
Miradas de sorpresa y asco se cruzaban,
Manos inquietas como ramas lo apuntaban.

Quiso moverse y gritar. Ya no podía.
Tenía que irse. Escapar. Él lo sabía.

Más sin forma y sin gracia, se moría.
En la calle y como un perro, allí yacía.
Un coche, la muerte, ya venía.
Otro estúpido accidente en esa vía.

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Julio Cortazar afirma que el cuento y la poesía son hermanos porque en ambos se relatan acciones concretas en realidades holísticas, esféricas, finitas y de limites muy concretos. Esto apenas es un intento. Por favor, disculpen.

1 ya dijeron que pensaban. ¿Y tu?:

"Miradas de sorpresa y asco se cruzaban"

Es tan gráfico eso. Me agrada.
Saludos

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